Consejos prácticos
Cómo medir el caudal de agua de salida de tu grifo
- Consigue un vaso medidor o un recipiente de un litro o medida conocida y un cronómetro.
- Coloca el recipiente bajo el grifo. Abre el grifo al máximo en la posición de agua fría y empieza a cronometrar.
- Espera unos 5 segundos o bien a que tu recipiente de 1 litro o medida conocida esté lleno y cierra el grifo.
- Ten en cuenta el tiempo si has cerrado el grifo un poco antes o un poco después.
- En el caso de hacerlo con el vaso medidor mira la cantidad de agua recogida.
- Multiplica el volumen de agua obtenido (en litros) por 60 segundos, y divide el resultado por el tiempo que cronometraste. El resultado es el caudal de agua del grifo en litros/minuto.
- Es decir que si en 5 segundos recogiste un litro de agua. Entonces el caudal de agua de tu grifo sería (1 litro x 60 s)/5 segundos = 12 litros/min.
Tamaño de los tubos, mangueras, conectores, compatibilidad con España.
En España, las mangueras para grifos también suelen seguir estándares internacionales comunes como en EEUU. El diámetro de las roscas de los grifos y, por lo tanto, de las mangueras, es similar al de otros países. Las roscas estándar para grifos en España generalmente tienen un diámetro exterior de alrededor de 3/8 de pulgada (unos 15 milímetros). Puedes añadir un sistema de filtrado a tu suministro de agua fría porque seguramente te sea compatible con tu instalación actual.
¿Qué ocurre si se utiliza el cartucho de filtro más tiempo del debido?
- Es posible que el agua filtrada tenga un sabor y olor desagradables debido a la acumulación de contaminantes y residuos en el filtro.
- Si el cartucho de repuesto está agotado y no se reemplaza, existe un mayor riesgo de que las impurezas presentes en el agua pasen a través del filtro y lleguen a tu cuerpo, lo que podría causar problemas de salud.
- En el caso de que el cartucho sea de una jarra, si se usa durante mucho más tiempo del recomendado, podría provocar un exceso de presión en la jarra filtradora o incluso obstruir el sistema de filtración, lo que podría dañar la jarra.
- El cartucho debe reemplazarse según las instrucciones del fabricante.
Certificaciones. Organización NSF(National Sanitation Foundation) para la calidad del agua.
- NSF 42: certifica la capacidad de un sistema de filtración para reducir la presencia de contaminantes estéticos, como sabor y olor del agua, así como la reducción de cloro y otros químicos.
- NSF 53: certifica la capacidad de un sistema de filtración para reducir una amplia gama de contaminantes químicos y biológicos, como plomo, mercurio, pesticidas y microorganismos.
- NSF 58: certifica que el sistema de ósmosis inversa cumple con unos estándares rigurosos en términos de seguridad de materiales, rendimiento de filtración y calidad del agua producida.
- NSF 401: certifica la capacidad de un sistema de filtración para reducir la presencia de contaminantes emergentes, como productos farmacéuticos, productos químicos de uso personal y otros compuestos orgánicos.
- NSF 372: garantiza que los materiales utilizados en productos de plomería, como grifos y accesorios, cumplan con los estándares de bajo contenido de plomo establecidos por la legislación estadounidense y la normativa de la EPA (Agencia de Protección Ambiental).
Otras pruebas o certificados
- TÜV puede ofrecer certificaciones para sistemas de filtración que cumplen con ciertos estándares de calidad y seguridad. Estas certificaciones pueden abarcar aspectos como la eficacia de filtración, la seguridad del material, el cumplimiento de regulaciones y normativas específicas, entre otros criterios.
- Prueba de golpes de ariete: La prueba de golpes de ariete es una evaluación realizada en sistemas de fontanería para determinar su resistencia a los cambios abruptos de presión en el flujo de agua. Los golpes de ariete son sobrepresiones transitorias que se producen en una tubería cuando el flujo de agua se detiene o cambia bruscamente. Estos golpes pueden ocurrir, por ejemplo, cuando se cierra rápidamente una válvula en un sistema de agua, lo que puede generar un aumento repentino de la presión. Estos picos de presión pueden ser lo suficientemente fuertes como para dañar las tuberías, válvulas u otros componentes del sistema de fontanería si no se controlan adecuadamente.